viernes, 19 de noviembre de 2010

MILITANTE 2.0

La vida quiso que viviéramos en el mismo barrio. Desde mi visión de gurí era un viejo cascarrabias. Sabía que era periodista y fotógrafo y no mucho más que eso, tampoco me importaba más allá de de su calentura porque no quería que jugaramos a la pelota en los famosos "espacios verdes".
Pasaron los años y las enemistades transitorias de dos personas en que transitan por momentos evolutivos diferentes se fueron limando cuando; escritorios enfrentados y mirándonos las caras 8 hs. por día revisábamos toda la papelería de los trámites que presentaban en el Registro Automotor. Eran épocas del curro de los cambios de patentes, los desguaces de los autos viejos y la primavera noventosa. Juntos fuimos el terror de los gestores que siempre te llevaban un papel de menos o una firma de más. Su lápiz negro Faber Castell, de esos baratos, había sido apodado no sin razón "el nefasto". Ese lápiz aun existe. Fue durante esos años (97 - 98) que en las jornadas de trabajo me fue contando sobre su militancia, sobre su participación en montoneros, el regreso de Perón, el paso a la clandestinidad y la vida en esas circunstancias. Ahí descubrí al Cachito de fierro, al hombre de carne y hueso que pasó por todas y una más y que estaba ahí para contarla. Sabrá Dios que dejó en el camino o que cosas murieron en ese transcurso pero forjaron en él un compromiso con las ideas y una lealtad sin igual que hizo que se ganara el mote de "traidor"; apodo por el cuál lo suelo identificar todavía. Pese a su sentido del humor envidiable, recuerdo la vez que estuvo 3 días enteros sin hablarme cuando se enteró que fui yo quién escondió su cámara de fotos (una Reflex Pentax con teleobjetivo) o aquella en que lo encerré en una caja durante media mañana.

Cuando la primavera menemista se empezaba a ir al carajo; nosotros nos fuimos al carajo con ella. Cambió por orden superior el encargado del registro automotor y nos pegaron un boleo en ojete, así de simple.
Ahí me dediqué a terminar mis estudio y el traidor abrió su propia tienda de fotografías. De más está decir que se terminó por convertir en un tugurio donde confluía cuanto sibarita, truhán, librepensador o boludo simplemente al pedo andaba dando vueltas. Fue en ese lugar dónde el tipo demostró ser un adelantado para su época. Entre gallos y medianoches, partidas de ajedrez sazonadas con whiskys al traidor se le da por refundar su famoso semanario La Búsqueda, pero hacer la versión digital. Como no sabía lo que era un email (ahora tampoco lo sabe pero hace como que) el boludo que le siguió la joda fui yo. Está demás decir que por problemas de financiamiento la utopía duró poco, pero fue el primer portal de información de Nogoyá, como lo certifican las fotos que siguen abajo. La página todavía está colgada en algún servidor perdido. El periodismo fue y es su segunda militancia.


Recuerdo una vez haberle pedido una fotos para un evento y me dijo que ya no le daban los ojos para enfocar bien, y que las cámara digitales eran una mentira porque lo importante era el ojo y no los megapixels.
Sé que se va a calentar cuando lea ésto, pero no puedo dejar de homenajear a un tipo siempre consecuente con sus ideales y que vive de acuerdo a ellos. Un hombre que no transó ni vendió su militancia como muchos que hoy detentan cargos en todos las esferas del poder como funcionarios. Un tipo que la sigue peleando todos los días con la pasión de un pendejo de 20 aunque los ojos no sean los mismos.
Marche mi homenajes del día del militante (atrasado) para mi amigo JOSÉ ANTONIO "PETISO FLACO CACHITO TRAIDOR" SALDAÑA.


1 comentario:

gustavo dijo...

Mi estimdo Ale, me adhiero con entusiasmo a este homenaje y coincido en que es un verdadereo militante, fiel a sus ideales y una persona de bien sobre todas las cosas. Abrazo.